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Tala (Memoria de la muerte)


El viento tañe unas cuitas
entre mis brazos hambrientos
escurre en mí sus grávidos presagios
hiriendo la tarde con sus remolinos
Yo sigo, irremisible, tejiendo sombra
para los hombres y las bestias
Soy agua, soy vida, soy pan.
Labro el cielo a mi antojo
¡Ay! Esa es mi única libertad

Mi voz se eleva silenciosa
en llanto corteza adentro
Soy calor amigo. Soy  sombra y luz
Mis brazos ardieron tantas veces
En tu hogar, esculpiendo las sombras
de un agónico amor…
Mis brazos iluminaron tantas veces
el rostro del pobre y del errante,
crujientes y divinos: como el pan fresco…
Una y otra vez han vuelto a servirte
(¡Ya he perdido la cuenta desde cuándo!)
Cada brazo que cae
es la casa muerta de un pájaro
He encerrado los secretos de la vida
en un exiguo cofre oscuro
y mis entrañas memoriosas guardan
insondables pictogramas circulares
donde está inscripto el devenir
Aquí estoy,  en pie todavía
Soy cuna, soy tiempo, soy nido
¡Olvídalo todo!
Hoy vibra el viento de mayo en mí
y me enzarzo en su fantasmal  lamento
 de desolado erke invernal desfalleciente
Avanzan ellos hacia mi sombra: ciegos y certeros
Lo sé. Han venido por mí y mis hermanos
Huyentes alas doradas y  élitros me deshabitan
bordando el añil  con agujas de sol
¡Ay, espíritu guardián, no me abandones!

Las hojas se estremecen, como nosotros
Lo sé. Soy la savia amarga al borde de la vida
Avanza el estruendo arreciando entrecortado
arrollará  mi ser con sus jadeantes chirridos
Perdida mi sombra, nada soy sin ella
Solo soy un grandioso monumento inerme
en este triste desierto que prospera sin pausa

Es mediodía
Ellos se secan el sudor con un pañuelo
y  se van a almorzar
Satisfechos.



               
Lulú Colombo – 24/3/2013
Cerro Colorado -Córdoba






soy cardón.

animo la tierra
desde la tierra.

mano,
barro, polvo, ceniza
cardón.



El Trigal- Salta 2012